"La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un elemento que garantiza mayor sostenibilidad para las empresas. Hoy, además del buen estado financiero de las empresas importa cómo se relacionan con sus trabajadores y con la sociedad, porque eso es parte de un crecimiento seguro e integral”, afirmó el director de la Corporación Boliviana de RSE (Coborse), Álvaro Bazán.
Para él, la RSE en lo últimos años -no sólo en Bolivia sino también en el mundo- se ha convertido en una herramienta de gestión, que facilita que las empresas logren asegurar sus buenos resultados, además de garantías para un desarrollo de actividades seguras, primero; pero también está siendo utilizada para realizar un buen marketing.
El experto dio la pasada semana un taller sobre RSE a un grupo de periodistas. La iniciativa estuvo organizada por la Asociación de Periodistas de La Paz; y contó, además, con el auspicio de la petrolera Petrobras. En esta actividad, Bazán se refirió a las diferentes formas de las empresas para enfocar la RSE.
A través de donaciones
Bazán manifestó que "la mayoría de las empresas ingresan al mundo de la RSE por el camino de las donaciones”. Sin embargo, en su opinión, la verdadera RSE va dirigida, sobre todo, a aquellas actividades productivas que sean sostenibles en el tiempo.
En Bolivia, disponen de porcentajes de sus ganancias para donaciones las empresas que se dedican a rubros de la extracción de recursos naturales, las entidades financieras y comerciales, y aquellas firmas que tienen importantes ingresos por la preferencia en el mercado nacional.
Pocas compañías son las que delinearon una serie de programas para la mejora de ingresos y de calidad de vida de los habitantes en su entorno, a quienes apoyan en la generación de fuentes de recursos. No obstante, es el caso de "contadas” firmas, como Banco Sol, Repsol Bolivia, Petrobras, Cervecería Boliviana Nacional y Sociedad Boliviana de Cemento, entre otras.
Estas empresas desarrollan proyectos para impulsar a productores de las comunidades que rodean sus plantas, con el fin de que con el tiempo estas personas alcancen un "buen sitial” productivo y tengan negocios sostenibles.
Sin embargo, gran parte de las compañías suelen realizar donativos a centros de niños, ancianos o de salud; e, incluso, algunas no con recursos proveniente des sus propias utilidades, sino de lo colectado mediante campañas en las que impulsan la participación de sus clientes.
Falta de norma
En el país, sólo el sector financiero, por medio de la nueva Ley de Servicios Financieros, debe cumplir con actividades de RSE, pero no existe una norma que obligue o determine los lineamientos para el desarrollo de ésta por instituciones empresariales de otras áreas.
Es decir, no existen normas que establezcan -por ejemplo- que todas las empresas se comprometan con el desarrollo de la sociedad a través de políticas de RSE, o que delimiten un mínimo porcentaje de las utilidades que deba ser destinado a éstas.
Al respecto, Bazán indica que "es mejor que los Estados no se metan en normar la RSE si luego no podrán hacer cumplir la ley, es mejor que la situación se quede como está”; pero además, resalta que existe una corriente de opinión muy fuerte entre los empresarios del mundo en sentido de que si hubiera leyes que obliguen a realizar RSE, ésta ya perdería su valor voluntario.
Fuente: http://www.paginasiete.bo/economia/2014/9/22/experto-mayor-sostenibilidad-empresas-32935.html