lunes, 26 de mayo de 2014

Ideas de la 1ra Jornada Internacional de RSE y Sustentabilidad en Buenos Aires

Cómo avanzar hacia modelos integrales de gestión de la sustentabilidad

Uno de los paneles más destacados de la I Jornada de RSE y Sustentabilidad organizada por Amcham y IARSE, fue el de “Sustentabilidad como actor protagónico de la gestión corporativa” protagonizado las empresas Arcor, Itaú y 3M. Durante el debate, los máximos ejecutivos de dichas empresas revelaron los modelos de gestión de la susentabilidad que llevan adelante, cómo miden y comunican resultados y cuáles son las principales tendencias en la materia.
Los protagonistas fueron María Eugenia Sosa Taborda, Gerente de Sustentabilidad de ITAÚ Unibanco; Claudio Giomi, Gerente Corporativo de Sustentabilidad del Grupo ARCOR y Michele L. Whyle, Global Head of Sustainability & Quality de 3M. Estuvo moderado por Alberto Willi, Profesor del área Empresa, Sociedad y Economía de la escuela de negocios IAE. 
Para María Eugenia Sosa Taborda, Gerente de Sustentabilidad de Itaú-Unibanco de Brasi,  las tres claves son tener un lenguaje común consensuado, brindar información fáctica comprobable sobre resultados e  integrar las áreas de sustentabilidad a los espacios de decisión de la compañía.

“Aprovechamos el cambio de visión que se dio durante la fusión entre Itaú y Unibanco en 2008 para introducir la sustentabilidad y definir sólo tres ejes de trabajo. Antes teníamos diez ejes, y cuando tenés diez ejes finalmente no tenés ninguno”, contó Sosa Taborda.
El desafío de un lenguaje común, para Sosa, tiene que ver con que todos tengan un marco común y comprendan cómo la RSE se conecta con el negocio. “Fuimos y le mostramos a un Directivo de Ventas cómo el Cambio Climático  podía impactar sobre su cartera de clientes relacionados con la agricultura y comprendió”, ejemplificó.
Agregó en su relato que años atrás desde su área hicieron una encuesta amplia de opinión pública en Brasil que le sirvió para probar que la reputación impactaba directamente sobre la cantidad de clientes del banco. Para Sosa, indicadores como el Índice de Sustentabilidad Empresaria de la Bolsa de San Pablo (BOVESPA) y el Dow Jones Sustainability Index también sirven para crear valor y atraer inversores.
“En un principio sólo nos interesamos por  darle forma al gobierno de la sustentabilidad a partir del área y el comité, pero luego nos incorporamos al gobierno del banco. Entramos al Comité de Productos, donde nos ocupamos de velar por la transparencia, el impacto ambiental y el riesgo social de los productos financieros del banco. Hoy tenemos poder de veto en ese comité al mismo nivel que el área legal o financiera”, ilustró Sosa Taborda.
Claudio Giomi, Gerente Corporativo de Sustentabilidad de Arcor  cree que “lo primero que determina la gestión de la sustentabilidad es si para la empresa se trata de un tema estratégico o coyuntural. Si es estratégico, sigue pensar entonces en quién se ocupa del tema. Si es sólo un área o es toda la empresa. Sí el área va a ir en paralelo al desarrollo de la empresa o se va a meter dentro de ese proceso para generar valor desde los lugares de decisión de la Alta Dirección. Hasta hace poco tiempo se creía que la Alta Dirección sólo tenía llevar adelante el negocio y hacer lo posible para mantenerlo, y que la gestión de sustentabilidad era un complemento”.
La gestión de la sustentabilidad en Arcor se sostiene en tres pilares, la Declaración de Principios, el Sistema de Gobierno y Gestión y un Proceso de Acción. 
Para Giomi, los principios deben definir los focos de acción, según el tipo de empresa, de industria, de entorno y de cuáles son los impactos de la empresa. En Arcor definieron cinco ejes: Agua, Energía y Cambio Climático, Envases, Derechos Humanos y Nutrición.
En la empresa alimenticia, el Gobierno y la Gestión de la sustentabilidad están ubicados en la Alta Dirección. El Comité de Sustentabilidad está presidido por el Presidente de la empresa e integrado por su Director Ejecutivo y los máximos gerentes y directivos de todas las áreas. “Además, es necesario generar conocimiento técnico que complemente el compromiso político de la Alta Dirección”, recomendó Giomi.
“El tercer pilar es tener un proceso estructurado de acción que tenga que ver con la cultura de la empresa. Pensar la estrategia de sustentabilidad como ciclos de planificación que se integren a la planificación estratégica de la empresa”, añadió.

Medición de resultados

Itaú-Unibanco publicó por primera vez en 2013 un reporte integrado con su balance financiero. Para realizarlo, el área de sustentabilidad trabajó en alianza con la Gerencia de Finanzas.
“Me parece importante que el nuevo G4 del  GRI permita elegir los temas que son importantes, materiales y tienen sentido para la empresa. Antes sólo contábamos las buenas noticias y lo que nos exigían los indicadores. Ahora, si tenemos algún conflicto, por ejemplo en lo laboral, también lo reportamos, aún si GRI no lo exige. Por eso, además, generamos nuestros propios indicadores”, contó Sosa Taborda.
Para Claudio Giomi, un reporte es una herramienta de gestión y comunicación al mismo tiempo. “El primer reporte nos sirvió para objetivar dónde estábamos parados en materia de sustentabilidad. Actualmente, el proceso es muy participativo. Son casi 50 personas las que aportan información desde diversas áreas. Buscamos que la empresa se involucre, que use el reporte y le sirva para la gestión”. 
Actualmente, Arcor trabaja en el piloto de un Balance Scorecard que tendrá 41 indicadores de gestión sobre los cinco ejes de trabajo en sustentabilidad de la estrategia de la empresa, que tendrá metas de desempeño y servirá de tablero de comando. Desde 2011, la empresa inició un sistema de evaluación de desempeño de sus ejecutivos, basados en objetivos de sustentabilidad.
“GRI es un complemento de nuestra estrategia. Como somos una empresa integrada por muchos ingenieros, tenemos una cultura muy proclive a registrar y medir todo lo que hacemos. En especial, lo relacionado con energía y envases”, contó Michele Whayle, Directora Global de Sustentabilidad y Calidad de 3M.
Las redes sociales y la presión de las ONG para interpelar a las empresas  para que prueben la manera en la que hacen sustentabilidad y exigir mayores compromisos, fueron señalados por los ejecutivos como algunos de los nuevos desafíos de gestión.
“La nueva tendencia es la co-creación de valor y soluciones junto con otros. Mi consejo para quien recién inicia un proceso de incorporación de la sustentabilidad en su empresa es tener resilencia. No es simple. No hay que desistir. Hay que intentar por diferentes vías. No hay recetas”, declaró Sosa Taborda.
“El debate que sigue es cómo quiero hacer negocios y cómo hago para perdurar. La sociedad te pregunta cómo ganás el dinero y cómo lo invertís”, aportó Giomi.
“El desafío es tener un liderazgo que tenga eficiencia para implementar los cambios que exige el mundo a la velocidad que el mundo requiere”, expresó Whayle.
Para Alberto Willi, la tendencia es que la sustentabilidad deje de ser un compartimiento particular dentro de las organizaciones y se integre como un concepto central dentro de todas y cada una de las partes que integran una estrategia empresaria. 
Fuente: http://comunicarseweb.com.ar/?page=ampliada&id=12529

viernes, 23 de mayo de 2014

Argentina y la Responsabilidad Social Empresaria


Argentina ha logrado en un corto tiempo progresos importantes en Responsabilidad Social Empresarial. La han incorporado un número creciente de empresas, se ha jerarquizado, y está cada vez más presente en la agenda pública. 
Para seguir avanzando, junto a temas abiertos muy relevantes para el país,como la conciliación empresa - familia, y la RSE en las pymes, se requerirá enfrentar en el futuro varios desafíos de envergadura, presentes también a nivel internacional. Resumimos algunos de ellos:

1. La Responsabilidad Social y el entorno económico
La economía mundial presenta alta volatilidad y riesgos significativos. Por su parte, la economía nacional tiene retos muy exigentes. La pregunta, entonces, es si eso significara un achicamiento de la RSE. Líderes empresariales mundiales como Bill Gates afirman que debería ser a la inversa: es más necesaria que nunca, y puede hacer diferencias importantes. Su fundación, líder en la lucha contra las enfermedades de los pobres en el mundo y en la expansión de la vacunación a los niños más humildes, ha aumentado sus aportes y dinamizado nuevas alianzas estratégicas. 
En otra muestra de cómo las empresas pueden incidir fuertemente y dar ejemplo, en el conflictivo campo de la fabricación de ropa, donde diversos sectores han cuestionado las condiciones y los salarios pagados en las cadenas de producción, H&M una empresa sueca líder mundial, lanzó un proyecto para elevar sustancialmente los salarios mínimos que planea extender para 2018 a 750 fábricas que emplean 850.000 trabajadores.

2. Las diferencias entre “el decir y el hacer”
Hay un problema en la Argentina que replica uno internacional. El Informe de Sostenibilidad 2013 del Pacto Global encontró una brecha entre "el discurso"de las empresas sobre la RSE y su reflejo en instrumentos organizacionales concretos que aseguren se lleve a cabo.
Dos tercios de las empresas estudiadas por el Pacto Mundial tienen estrategias de sostenibilidad al nivel de sus CEOs, pero no se está preparando en ellas a otros actores claves. Sólo el 14% están dando entrenamiento en RSE a los miembros del Consejo Directivo. Sólo el 33% están capacitando a los Gerentes en como integrar sosteniblidad a las operaciones. En una encuesta (Pacto Global, Accenture 2013) a 1000 altos ejecutivos, el 79% cree que la sostenibilidad es una ventaja comparativa, pero el 67% piensa "que las empresas no hacen los esfuerzos suficientes para abordar los retos mundiales de sostenibilidad”. 

3. Fortalecer la formación ética empresarial
Ya Adam Smith, visionariamente, planteaba que los valores éticos son centrales para que los mercados funcionen eficientemente. Según un Informe del Congreso de los EE.EUU, hubo vacíos éticos tras la gran crisis del 2008/2009. En la Argentina, será muy útil profundizar cada vez más en la preparacion ética de las nuevas generaciones de ejecutivos, para que la empresa como potente motor económico, pueda maximizar su creación de valor social, y responder así a vibrantes llamados a la solidaridad, como los que está planteando el Papa Francisco.
Fuente: http://www.cronista.com/responsabilidad/La-responsabilidad-social-del-futuro-20140521-0024.html