
Esta es una de las iniciativas que recoge la revista Forbes como ejemplos innovadores de Responsabilidad Social Corporativa, una tendencia que se ha expandido en 2012 y que enfoca a varias estrategias, el uso de las tecnologías digitales, la implicación de los empleados y una mayor información a los consumidores para que tomen decisiones teniendo en cuenta criterios medioambientales y sociales.
Es el caso de la compañía Puma, que ha empezado a indicar en sus etiquetas el coste ecológico de sus productos, o la compañía Clif Bar, que premia a sus empleados cuando adoptan hábitos más sostenibles con el medio ambiente.
Otra de las experiencias innovadoras es el proyecto Girls Who Code, apoyado por compañías tecnológicas. Consiste en un programa intensivo de ocho semanas donde chicas adolescentes aprenden código y computación, con la ayuda de mentoras procedentes de empresas de tecnología.
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