El término venía poniéndose cada vez más de moda en el ámbito empresario, aún cuando no fuera demasiado conocido por el público. La idea, desde el punto de vista del marketing, es que la gente le reclama a las empresas y sus marcas que tengan un compromiso cada vez mayor con la sociedad en la que elaboran sus productos y de la que obtienen sus ganancias. Ahora esas firmas podrán obtener también un certificado de buena conducta social ante la AFIP.
El organismo recaudador acaba de crear un "Registro de Contribuyentes Socialmente Responsables". Aunque el listado en cuestión alude en su título a "contribuyentes", sin especificar de qué tipo de contribuyentes se trata, la normativa es clara: empresas de por lo menos 300 empleados propios.
El registro es de inscripción voluntaria. Y el premio por cumplir con los requisitos que exige el organismo que preside Ricardo Echegaray es el de figurar en "programas de difusión comunicacional del organismo, como un aporte a la educación tributaria, mejorando su imagen (la de la empresa) ante la comunidad".
El listado, dice la resolución de la AFIP, tiene "como principal objetivo el reconocimiento público de aquellos contribuyentes que, en virtud de su compromiso frente a la comunidad, evidencien un correcto y responsable comportamiento en los aspectos social, económico y/o ambiental".
Entre los requisitos que se encargará de chequear la "División de Responsabilidad Social Empresaria" de la AFIP están el tener a todos los empleados en blanco, no tener deudas con el fisco, no haber sido denunciados penalmente (tampoco por deudas, tanto la empresa como sus dueños) en los últimos dos años, no integrar la base de contribuyentes no confiables, tener todas las declaraciones juradas al día y, claro, acreditar "la efectiva puesta en marcha de al menos un programa que responda a las prácticas reconocidas bajo el concepto de Responsabilidad Social Empresaria" y cumplirlo mientras figure en el registro.
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